Copyright © Familias veg*anas
Design by Dzignine
martes, 21 de octubre de 2014

Tutorial: cómo preparar el tofu para que quede firme y "crujiente"

Siempre que he cocinado tofu, me ha quedado más bien blandito. Como mucho, teniendo un poco de suerte, quedaba algo firme si lo ponía muy cerca del grill, dentro del horno.

Así que, ayer me cansé y decidí buscar información para conseguir, al igual que mucha gente, que mi tofu quedara firme.

La página que seguí fue How To Cook Tofu, que está dentro de One Ingredient Chef.  Para los que no sepáis inglés, os resumo el proceso aquí:

1. Cortar el tofu en láminas (1/2 cm está bien).

2.  Poner en remojo el tofu en agua templada con sal durante unos 10/15 minutos.

3. Escurrir el tofu MUY BIEN. Para extraer el agua podéis usar rollo de cocina o servilletas. Yo no quería tirar tanto papel y utilicé paños de cocina limpios. Tenéis que extraer toda el agua posible, presionando hasta que los paños estén secos. Tened en cuenta que hay que utilizar varios, porque el tofu habrá absorbido mucha agua.

4. Calentar a temperatura muy alta un poco de aceite en una sartén y echar el tofu, dejando que se haga hasta que forme una especie de costra. Entonces, darle la vuelta y dejar que se haga por el otro lado. El tutorial de One Ingredient Chef desaconseja que se usen sartenes antiadherente, pero yo probé primero con una normal y fue un desastre: el tofu se me quedó pegado y no había forma de despegarlo para hacerlo por el otro lado :(((

5. Agregarle vuestra salsa favorita. Yo lo puse con la salsa de chipotle durante unos 5 minutos en la misma sartén antiadherente y estaba ¡muy, muy rico!


Tofu al chipotle

Para aquellos que no lo conozcáis, el chipotle es un "es un tipo de chile, normalmente de la variedad del jalapeño, que se ha dejado madurar hasta enrojecer y secar". (Gracias, Wikipedia). Todavía no recuerdo cuándo lo probé por primera vez, pero es posible que fuera a través del Tabasco Chipotle, que está requetebueno, o tal vez llegué al tabasco a través del chipotle.

La cosa es que, en algún momento de mi vida, encontré en la sección de comida latina (en Carrefour, Eroski, pero sobre todo en El Corte Inglés) unas latas pequeñas de esta maravillosa salsa:
:

Las hay de otras marcas, y también las hay de chiles en adobo


Dependiendo de la cantidad que agreguéis a vuestros platos, picarán más o menos, pero tendrá ese saborcillo rico y ahumado tan particular.

Yo prefiero utilizar la salsa, y normalmente acompaña todo lo que hago tipo Tex-Mex, ya sea una sopa, unas quesadillas (he descubierto el queso vegano Daiya y me he vuelto loca), unos tacos...
Esta vez, sin embargo, le he dado un giro nuevo a mi vida al combinar tofu y chipotle en la misma receta. No soy una gran fan del tofu, todo hay que decirlo; especialmente porque no me gusta la textura blandurria que siempre termino por conseguir...Pero ayer, ¡ay! Me puse manos a la obra y decidí que el tofu no me iba a salir blandurrio nunca más, y que iba a tener un sabor rico, rico, rico.

Así que, seguí las instrucciones de How To Cook Tofu y di con la tecla. Para los que no dominéis el inglés y no os salga el tofu bien, os lo resumo aquí. 

La salsa para el tofu (o lo que os dé la gana, yo voy a buscar otras posibilidades) la he sacado del blog de Priyanka (también en inglés). Es sencilla y rápida de hacer (salvo el tostón de pelar los ajos) y, si habéis preparado el tofu de forma que quede firme y "crujiente", no hace falta ni marinarlo: con calentarlo en la salsa unos 5 minutos ya absorbe el sabor.



Salsa de chile chipotle

Ingredientes

1/2 cebolla blanca
1/4 a 1/2 taza de agua (depende de lo picante que queráis la salsa: yo he probado las dos opciones y prefiero echarle 1/2 taza)
4 cdas de aceite de oliva
1/4 salsa de chipotle (yo NO usaría tabasco aquí)
10 dientes de ajos pelados
1 cda de pimentón
1 cdta de comino
1 cdta de sal (yo le eché menos y quedó bien)
1 cdta de zumo de limón o lima
1 cdta de cayena (opcional)
2 cdas de hojas de cilantro (odio el cilantro, así que lo omito siempre y doy fe de que la salsa está buenísima)

Preparación

Poner todos los ingredientes en un recipiente y batir con la batidora. 

Echar la salsa en una sartén junto con el tofu previamente preparado. Calentar durante unos 5 minutos a fuego medio y servir.    

Yo serví el mío con arroz y un salteado de espárragos y champiñones, pero podéis usar el tofu para rellenar tortillas mexicanas, por ejemplo.

¡Buen provecho!
martes, 23 de septiembre de 2014

Lahmaǰun (lahmaçun)

Hace más de 15 años, cuando todavía no había locales turcos/paquistaníes de kebabs, tuve la oportunidad de probar el լահմաջուն lahmaǰun a través de unas conocidas armenias. No sé cómo se pronuncia la versión turca, así que yo me quedo con la que conozco. Es curioso que no se me olvidara ese plato, aunque en su momento lo probé con carne y con pimiento verde (el pimiento era uno de mis enemigos en aquel momento, ja ja ja).

Hoy os traigo una versión vegana. Podéis hacerla con soja texturizada o con seitán. Yo probé con un seitán picado que venden aquí y salió muy bien. Otra alternativa sería picar salchichas vegetarianas o, si conocéis la casa Fry's, utilizar su carne picada también.  En España, La Boutique Vegetariana y Planeta Vegano venden sus productos, pero me imagino que hay otros sitios donde comprarlos también. 

Perdón por la calidad de las fotos, pero cuando cocino suele ser ya tarde/noche y tengo que acabar echando mano del flash. Ah, y ese pegote blanco es harina -_-



Os cuento que yo la masa la hice con la máquina de hacer pan (que para eso la tengo realmente, para hacer masas, jajaja). Una de las funciones es "masa", y no solo amasa con esta función, sino que deja la masa reposar también. Los que tengáis máquina, seguid el paso 1 y el 2 (echando la harina y la sal en la máquina, y luego la mezcla del agua con la levadura) y luego pasad al punto 5.  

 Masa:

Ingredientes:
1cdta de azúcar 
1 paquete de levadura de panadería seca (unos 7gr)
3/4 taza de  agua templada
2 tazas de harina (y un poco más para antes de hornear)
1½ cdta de sal 

Un chorrito de aceite (para untar el bol)

Preparación:
1. Poner en un bol los tres primeros ingredientes y dejar reposar 10 minutos, hasta que haya salido "espumita".
2. En un bol grande, mezclar la harina y la sal y hacer un hueco enmedio. Echar el agua anterior y mezclar hasta que se haya formado una masa. 
3. Amasar en una superficie enharinada durante unos 6 minutos. 
4. Poner la masa en un bol (untado previamente con un poco de aceite), tapándola con film transparente, y dejarla reposar al menos 1 hora (hasta que doble su tamaño).
5. Amasar nuevamente y dividir la masa en 4 porciones a las que daremos forma de bola. 
6. Ponerlas en una bandeja de horno cubierta con papel de cera/hornear (de ese blanco al que no se pegan las galletas, ni el hojaldre ni nada...),  cubrir con un paño húmedo y dejar reposar 45 minutos. 
7. Precalentar el horno a 250º (si tenéis una de esas piedras para pizzas, ahora es el momento de usarla). 
8. En una superficie enharinada, darle forma circular a la masa con un rodillo. 
9. Añadir 3 o 4 cucharadas de salsa (ver receta a continuación) extendiendo bien y meter en el horno durante unos 8 minutos (es mejor hacerlas de una en una y no todas a la vez).
10. Enrollar y...¡a comer!



Salsa:

Ingredientes:
Salsa de tomate*
1cda perejil picado
1/2 cdta cayena o chile en polvo
1/4 cdta comino
1/4 cdta pimentón dulce
1/8 cdta canela molida
85 gramos carne vegetal (soja texturizada, seitán...)
2 dientes de ajo triturado
1 cebolla pequeña rallada
1 chorrito de aceite de oliva **

Preparación: 

Mezclar bien todos los ingredientes en un bol.

* La receta original utilizaba 3 cdas de tomate, pero yo terminé por echar más, porque no quería que quedara muy sequerona. 
** La receta original utilizaba 1/4 de taza de aceite. A mí me parece una barbaridad, así que le eché un chorrito. Si queréis, probad con 1/4 de taza. 


jueves, 11 de septiembre de 2014

Pan con chocolate

Lo sé: han pasado cuatro meses desde la última entrada pero, o estaba hundida en la miseria o estaba más liada que un trompo. Ahora sigo liada, pero he decidido sacar unos minutillos para compartir con vosotros una receta que he hecho varias veces en las últimas semanas: el pan con chocolate (por llamarlo de alguna manera; en el libro "One hundred bread machine recipes" aparece como "espiral de chocolate").

Tengo que deciros que yo utilizo una máquina de hacer el pan para la masa, y que no sé cuáles serán los resultados sin ella.
Por dentro queda muy rico, no está nada dulce y parece una mezcla entre panettone y rosco de reyes (la textura, en el sabor no se parece en nada). Si a alguien se le ocurre una mejor comparación, que me la diga, porque últimamente no estoy muy inspirada :)



Ingredientes:

- 1 taza de leche vegetal (yo usé de almendras)
- 3 cdas de azúcar moreno
- 1 cdta de sal
- 3 cdas margarina vegana
- 3 taza y 1/4 de harina de trigo normal
- 1 cdta levadura de panadería seca
- 1 taza de pepitas de chocolate vegano o de chocolate picado en trozos pequeños

Preparación:

1. Calentar en un cazo los cuatro primeros ingredientes hasta que la margarina se derrita. Dejar reposar unos minutos hasta que esté tibio.

2. Poner la mezcla anterior en la máquina y añadir la harina y la levadura. Seleccionar "dough" o "masa" y dejar que termine el ciclo (me imagino que, si no tenéis máquina lo que podéis hacer es poner la mezcla de leche en un bol, agregar la harina y la levadura y amasar bien, dejando reposar durante al menos 1 hora - o hasta que doble su volumen- en un lugar templado y cubriendo el recipiente con un trapo húmedo).

3. Una vez haya terminado el ciclo - o, para los que no tenéis máquina, haya pasado la hora u hora y poco-, amasar durante 2 o 3 minutos sobre una superficie enharinada. Agregar el chocolate, darle forma de salchicha a la masa y enroscar.

4. Poner el pan en una bandeja, sobre papel de hornear y cubrirlo con papel transparente (film) que tenga un poco de aceite para que no se pegue. Dejar reposar unos 45 minutos en un lugar templado.

5. Hornear en horno precalentado a 200ºC durante unos 25' o hasta que esté doradito y hecho (depende de cada horno).

Opcional: antes de meter en el horno, se le puede dar pinceladas de leche vegetal para que tome otro color. Yo no lo he hecho.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Tortillitas de calabacín

Mi madre se ríe mucho de mí (iba a decir "conmigo", pero no es verdad :P ) poque dice que ella es más vegetariana que yo, en el sentido de que le encantan las verduras. Yo siempre he sido muy mijitas en lo que a comer se refiere y, si bien la única carne que comía era filete de pollo y jamón serrano, y el único pescado atún, boquerones y rosada, con las verduras no lo tenía mucho más fácil. Fue ya pasada la adolescencia cuando le di la bienvenida a la cebolla cruda y hasta hace unos años, estaba peleadísima con el pimiento.

Por decirlo de forma breve: las verduras no me gustan especialmente. -_- Obviamente, me hice vegetariana por mi amor a los animales, no por mi amor a las verduras. (^_^)

Pero bueno, a lo que íbamos: que busco cualquier salida para que comerme las verduras sea más fácil. Mi peque no tiene ese problema: lo prueba todo y yo intento que todas las cosas que preparo se las pueda comer fácilmente.

He probado varias recetas para hacerme amiga del calabacín, y esta es la que más me gusta. No recuerdo dónde la encontré, y ayer, como tenía unas zanahorias moradas y pensé que no quedaría mal, le eché una de las normales y otra de esas. ¡Rico, rico!



Ingredientes:

1 calabacín grande
1/2 cebolla
2 o 3 dientes de ajo (opcional)

1/2 cdta de pimienta negra molida
1/2 cdta de cilantro en polvo
1/2 cdta de garam masala
1/2 cdta de cayena (opcional)
1/2 taza de harina
1 cdta de levadura (tipo Royal) 
sal (opcional)

Preparación:

1. Rallar el calabacín y la cebolla (yo dupliqué todos los ingredientes y le añadí dos zanahorias) y poner en un escurridor (unos 15') con un poco de sal, para que suelte el agua.
2. En un bol, mezclar el resto de ingredientes.
3. Estrujar con cuidado el calabacín y la cebolla (esta es la parte más tostón). Queremos que no tenga mucha humedad, porque si no, nos saldrá una masa líquida.
4. Poner la cebolla y el calabacín en el bol de los ingredientes secos e ir mezclando con las manos. Si no hemos escurrido bien las verduras y la masa está líquida, añadir un poco de harina. Debería estar lo suficientemente seca como para que podamos coger pegotes y darle forma de tortillita.
5. Calentar una sartén (a fuego medio) con un poco de aceite, lo suficiente para que no se nos peguen las tortillitas (si nos pasamos con el aceite, poner las tortillitas sobre papel de cocina para que lo absorba un poco) y, cuando esté caliente, ir poniéndolas en la sartén. Hay que dejarlas 3 o 4 minutos (depende del tamaño que tengan) por cada lado. Si es necesario, bajar el fuego.

Algunas aclaraciones/consejillos:

-Quedan más bien blanditas, pero mantienen la forma.
- Se pueden acompañar con alguna salsa (¡como chutney de tamarindo!). Yo os recomiendo que las probéis primero y veáis si les hace falta o no; para mí están bien así, pero a Mr Falafel le parece que tienen pocas especias.
- ¡No tengáis prisa porque se hagan!
- Yo probé añadiéndole zanahoria, pero seguro que podéis echarle otras verduras que tengáis a mano, siempre y cuando estén ralladas (para la zanahoria usé el lado que ralla más fino). Creo que las repetiré últimamente y lo intentaré con una remolacha cruda que tengo por ahí y que no tengo ganas de tomarme en un smoothie.

¡En fin, que os aproveche!

martes, 13 de mayo de 2014

Postre crudo (y helado) de fresas y plátanos.




Estoy contentísima porque me llegó hace unos días un libro que tenía muchas ganas de usar:

"Rawsome vegan baking", un libro con postres crudiveganos que tienen una pinta increíble (os pongo el enlace a Amazon.co.uk, porque sale un pelín más barato que en Amazon.es).



A su favor diré que las recetas son todas sencillísimas (de momento, he hecho solo una) y que prácticamente no usan nada de azúcar (recomienda sirope de arce, pero también da la posibilidad de hacer una pasta de dátiles, haciendo así que los postres sean 100% crudos - salvo lo del sirope, lo son). Otra cosa que me gusta del libro son las fotos y la presentación en sí. :)

En contra, diré que prácticamente en todas las recetas hay que utilizar coco, ya sea en aceite, leche, nata, rallado o fresco, y no es santo de mi devoción, pero bueno. Se trata de probar y, si gusta, se repite; si no, buscamos a algún fan del coco :P

Se me olvidó deciros en el post anterior que los anacardos salen muy bien de precio en las tiendas indias: los venden crudos y merece la pena comprarlos, de verdad.
En cuanto a los dátiles, yo siempre he comprado los de Mercadona, pero creo que también en estas tiendas podréis encontrar paquetes más grandes. Una vez que empecéis a utilizar los dátiles en la cocina, os van a encantar :)

Bueno, allá vamos con la receta (yo usé un mini-molde y utilicé la mitad de ingredientes):

Ingredientes:

Base: 

3 plátanos maduros
2 tazas/510 gr de fresas congeladas

1-3 cdas/15-45ml de aceite de coco

Capa superior:

2 tazas/290 gr de anacardos (remojar 1 hora previamente)
2 tazas/350 gr de dátiles sin hueso
1 naranja pelada y sin semillas
2 cdas/30ml de aceite de coco
Agua

Preparación:

Base: Poner los ingredientes - en el mismo orden-  en una batidora de vaso y batir. Echar en un molde desmontable y congelar hasta que esté sólido (el mío, como era pequeño, en 1 h y 1/2 estaba listo).

Capa superior: Batir todos los ingredientes, agregando un poco de agua cada cierto tiempo hasta que tengamos una crema espesa. Verter sobre la base congelada y volver a poner en el congelador.

Como mi molde era pequeño, me sobró un poco de crema, así que lo que hice fue rellenar una manga pastelera y dejarla 15 minutos en la nevera (mientras el postre estaba en el congelador). Luego decoré la "tarta" y la volví a meter en el congelador

Os recomiendo que la dejéis un rato fuera (uno 5-10') antes de servirla, y que no hace falta servir mucha cantidad, ya que llena bastante.


jueves, 8 de mayo de 2014

Comprar en una tienda de productos indios.

Siempre he pensado que ser veg*ano debería implicar poder cocinar con productos que no haya que pedir por internet o que se puedan adquirir en una tienda o supermercado que nos pille cerca. Si bien muchas de las recetas que aparecen en el blog utilizan ingredientes que se pueden comprar en Mercadona, Eroski o Carrefour (es que eran los 3 que tenía más a mano), o en una herboristería, hay otras en las que se utilizan productos un poquito más especiales (como ocurre en el caso de las recetas indias).

Los que viváis en Málaga tenéis en Fuengirola una tiendecita que se llama FaFa Foods y que tiene muchas cosillas interesantes (no es exclusivamente vegetariano). También podéis encontrar en Torremolinos el Veggie Supermarket, que ofrece productos vegetarianos, principalmente de India. Estoy segura de que en muchas grandes ciudades encontraréis una tienda de productos indo-paquistaníes. Si no, parece que FaFa Foods va a poner en marcha la tienda online.

Y, ¿merece la pena ir? Sí, si os gusta cocinar y experimentar. En cuanto a especias, prácticamente todos los platos que hago de cocina india llevan cúrcuma (turmeric), comino, cilantro en polvo (coriander), curry (suelo usar el de Madrás, pero hay otros estilos) y asafétida (me acuerdo cuando veía "David, el gnomo", que me parecía muy curioso que la mujer le echara asafétida a la comida, y ahora soy yo la que se la echa). Salvo el cilantro en polvo y la asafétida, el resto lo podéis comprar en Mercadona, pero si os gusta cocinar, os recomiendo que le déis una oportunidad a (os pongo fotos sacadas de internet, para que os hagáis una idea; las marcas que suelo comprar son East End o Swad):

- el cardamomo verde en polvo (para los lassis o las magdalenas de mango). Recordad: cardamomo negro para los platos salados, cardamomo verde para los dulces. 


- el aceite de coco. Ya hablaremos de él en otro post, pero se puede utilizar para el pelo y para cocinar. También venden otros aceites para el pelo, como el de jazmín o el de amla. ¡Cuidado con comprar el que es para el pelo y usarlo en la cocina! El que vale para todo suele venir en botes de plástico o cristal, y solo tiene aceite de coco 100%.


- la pulpa de mango, para los lassis o las magdalenas. También venden el mango en trozos en una especie de sirope, y se puede triturar, pero yo prefiero el puré de mango. Buscad que sea mango alphonso, que parece ser - por lo que me dice Mr Falafel y su familia - que es la mejor variedad.



- copos de pimiento picante / pimiento rojo, para cocinar también.


- harina de garbanzo (se llama también "besan" o "gram flour"): merece la pena comparar los precios, porque en Mercadona y Carrefour las he visto y a veces salen más económicas.


- garam masala. No hace mucho, tenía que comprar garam masala "urgentemente", así que, como estaba por el centro, me llegué a una tienda de especias y pregunté si tenían. El buen hombre, con toda la razón, me dijo que ellos no vendían el garam masala ya hecho, sino las especias por separado, porque era mejor hacerlo en casa y...Sí. Tenía razón, pero ponte ahora a buscar qué tipo de garam masala quieres hacer (dependiendo de la región e incluso de la familia, se usa una u otra receta), compra las especias y muélelas. Encontré otra tienda donde ya lo vendían hecho :/



- lentejas: toor dal y moong dal (esa a la que la gente llama "soja verde"), son las que más se utilizan. Si compráis la verde la podéis germinar y hacer una ensalada. Las moong las compro partidas y peladas



- tamarindo en bloques, para hacer chutney de tamarindo y remojar vuestras samosas/pakoras/croquetas/lo que os dé la gana. Yo no suelo limpiar el plato con los dedos, pero cuando uso el chutney de tamarindo, ¡lo dejo brillante!
- paquetes de moong (o mung) dal fritas, altamente adictivas y con peligro de causarte una cagalera si te pasas mucho (ya he dicho que son adictivas) y/o paquetes de combinaciones de frutos secos y "patatas" fritas indias, con más y menos picante. Merece la pena comprar alguno, por curiosidad. La mejor marca es Haldiram's.


- salsas Patak, especialmente la de Tikka Masala. En Carrefour y Eroski las he visto, pero son más caras que en las tiendas indias. Ojo, que hay dos tipos de esta: la "paste" y la "salsa"; la primera hay que mezclarla con agua (si no recuerdo mal); la otra se puede echar directamente sobre el tofu, seitán o algo que se parezca.

- ¡¡pappads!! Sí, esas tortitas finas hechas con un tipo de harina de lentejas que se fríen o se hacen en el microondas, y que están bueníiiiisimas con chutney de mango o raita. A mí el micro no me va, así que las frío, y con la salsa de tamarindo...¡¡Ñammm!! No compréis los de Patak para esto, por Dios. Aquí los buenos, buenos son los de Lijjat (o más conocidos como el niño chungo y el conejo diabólico). Para mí, el que tiene trozos de pimienta es el mejor, pero pica un rato. -_- Los hay con distintas especias y sin nada. Como nota curiosa, os diré que los hacen en una cooperativa de mujeres


Además de todo esto, podéis encontrar sobres con preparados para hacer idli, dosas, sambar, gulab jamun (esas bolas bañadas en almíbar), paneer, verduras congeladas/enlatadas que probablemente no conozcáis, pan (roti, chappati, naan) congelado, chutneys ya hechos (de tamarindo, de mango,...), pickles (de berenjena, de lima, de mango, de ajo,...), sacos de arroz, ghee (mantequilla clarificada), especias por doquier, jabones, hojas de curry secas,...

Aunque no os guste la comida india, pasaos por una tienda. Es muy interesante comprobar la cantidad de productos e ingredientes cuyo uso y existencia desconocemos, y que se utilizan a diario en millones de hogares.
viernes, 2 de mayo de 2014

Sopa de tortilla mexicana

Para hacer esta sopa casi cruda necesitaremos una batidora de vaso (de las que se mantienen en pie por sí solas) potente. No sé cómo resultará si decidís cocer los ingredientes, pero me imagino que cambiara tanto el sabor como el aporte vitamínico. Si vuestra batidora no es muy potente, igual tenéis que trocear la verdura antes de hacer la sopa.

Como lo que le da sabor a la sopa son las especias para tacos, podéis utilizar prácticamente lo que tengáis en la nevera. Cuando compramos la Vitamix, el vendedor nos dio una hoja con las recetas que utilizaba para hacer la demostración y que no era igual que la receta que viene en el libro; eso sí, la cantidad de agua, de especias y el uso de zanahoria, tomate y ajo aparece en las dos.  He puesto como opcionales los ingredientes que no se repiten en las dos versiones; yo he probado a hacerlo de las dos maneras y está bueno igualmente. 
Para mi gusto, la receta original lleva pocas especias, así que en lugar de la cdta y 1/2, le pongo 1 cda. Como cada uno tiene el paladar hecho a un gusto distinto, probaría echándole 1 cdta y aumentando la cantidad si os parece insípido. En cualquier caso, si os va el picante, probad a echarle unas gotas de tabasco Chipotle (lo he visto en Carrefour). ¡Ñammmm!


Ingredientes:

Paso 1:

- 1 tomate grande cortado por la mitad 
- 2 zanahorias medianas a trozos, o 1 grande
- 1 diente de ajo
- 1/2 cubo de caldo vegetal
- 1 cdta y 1/2 de especias para tacos
- 600 ml de agua hirviendo
- 1 tallo de apio (opcional)
- 1 rodaja de cebolla (opcional)
- 1 champiñón (opcional)
- 1 rodaja de col (opcional)
- 1 rodaja de pimiento verde o rojo (opcional)

Paso 2:

- Un buen puñado de espinacas de hoja pequeña
- Un buen puñado de chips de tortilla* ligeramente triturados con la mano
- 1/2 taza de maíz dulce (opcional)
- 1/2 taza de alubias/frijoles pintos o negros cocidos (opcional)

 Preparación:

La sopa se hace en dos pasos: en el primero, ponemos en la batidora todos los ingredientes y batimos hasta que no queden trozos de verdura (por eso digo lo de que tiene que ser potente). En el segundo paso, añadimos el resto de ingredientes y pulsamos varias veces el botón de "turbo" para que se mezcle, sin llegar a triturarse por completo. 

Si os fijáis en la foto, se ven los trozos amarillos/blancos de los chips de tortilla, otros trocitos verdes que son las espinacas, y otros más oscuros que son las alubias negras. 

*En algunos sitios se les conoce como totopos, chips de tortilla, y en otros como tortillas sin más. Nos referimos a esos triángulos parecidos a los doritos que tanto se utilizan en la cocina Tex-Mex y en la cocina mexicana. En España los podéis encontrar a un precio más que aceptable en Mercadona (creo que es donde los venden más baratos, aunque igual en LIDL los tienen)

Especias para tacos

Si sois como yo y tenéis un arsenal de especias en casa, a lo mejor no os interesa comprar especias/sazonador para tacos. Cuando uno mira la lista de ingredientes de la mayoría de los productos, se echa a temblar y, si podemos evitar consumir más porquerías de la cuenta, ¿por qué no hacerlo?

He visto sazonadores para tacos de un par de marcas (en Mercadona y Carrefour), y también mezclas ya preparadas en tiendas donde venden especias, pero si queréis hacerlo vosotros mismos, aquí tenéis una receta facilita:

Ingredientes:

- 1 cda de cayena en polvo
- 1/4 cdta de ajo en polvo
- 1/4 cdta de cebolla en polvo
- 1/4 cdta de pimiento rojo en copos (lo encontré en una tienda de productos indios, creo que se puede omitir si no lo encontráis)
- 1/4 cdta de orégano
- 1/2 cdta de pimentón dulce (salvo que no tengáis suficiente con el picante de la cayena)
- 1 cdta y 1/2 de comino molido
- 1 cdta de sal
- 1 cdta de pimienta negra molida

Preparación:

Mezclar todas las especias en un recipiente y cerrar herméticamente.

Sencillo, ¿verdad? :)
miércoles, 30 de abril de 2014

El helado vegano más fácil del mundo.

Seguramente muchos de vosotros ya conozcáis esta "receta" o habéis oído hablar de ella. A mí me pasó que, durante mucho tiempo, escuché que se podía hacer y que era sencillísimo, pero hasta que no fui a casa de unos amigos y lo probé, no me animé a hacerla.

En principio, solo hace falta un ingrediente: plátano congelado, pero luego podéis ir añadiendo cosillas para darle otro sabor.

Simplemente se trata de pelar plátanos que estén maduros (cuanto más, mejor, pero no hace falta que estén negros), trocearlos y congelarlos. Cuando queráis hacer el helado, los sacáis durante unos minutos y los trituráis en la picadora o robot de cocina. Yo lo hice la primera vez en la picadora que viene con la batidora y salió bien. Esta mañana lo he hecho en la Vitamix y también ha quedado bien. Le he añadido unas fresas congeladas y unas habas de chocolate en trocitos (de venta en herboristerías o aquí Naturya Organic Cocoa Nibs 300 g Nutritional Power Food Pouch

Como véis, es sencillísimo, sanísimo, sin tener que añadir azúcar, ni grasas, ni leche ni nada. Fruta y se acabó. Luego podéis jugar con las especias, echarle frutos secos,...Como más os guste.

La única recomendación que hago es que, de añadirle más frutas, que sean congeladas, para que dure más tiempo la textura, ya que se va "derritiendo" poco a poco. 

A mí me ha sobrado un poco y lo he metido en el congelador, pero no sé qué tal quedará. También, he pensado comprar una polera y, ahora que la niña está un poco más suelta con la psicomotricidad fina, que pueda comer polos este verano (la usaré para esto y para hacer polos de smoothies, jiji) 

Mi batidora, esa gran amiga.

Voy a contaros una historia...

Desde que comencé a aumentar mi repertorio de recetas, he navegado por numerosos blogs americanos y británicos. Fue en algunos de los primeros donde empecé a oir el nombre de una batidora: la Vitamix. Investigué un poco y, cual fue mi horror al comprobar que era, no cara, sino carísima: la más barata rondaba los 400€. ¿Por qué no se compra la gente otra cosa más barata? Ni idea. Leí opiniones y comentarios acerca de otras marcas que ofrecían productos muy parecidos, y la mayoría de la gente seguía optando por la Vitamix. Busqué los precios para ver a cuánto estaban de segunda mano y, ¡seguían carísimas! O_O

Cuando nos mudamos a EEUU, me costó lo mío encontrar una batidora de mano que tuviera accesorios (picadora y varillas nada más) y con una potencia considerable. Mientras buscaba, volví a mirar información sobre la Vitamix. Nada, que me seguía pareciendo cara. Compré mi batidora de mano "de toda la vida" y seguí a lo mío.

Sin embargo, hace unos meses fue el cumpleaños de una de las chicas del grupo vegeta de aquí, y el marido, que le organizó una fiesta sorpresa, pidió que cada uno aportara dinero para comprarle...¡una Vitamix! Yo estaba en España en aquel momento, pero Mr Falafel me lo contó y aproveché para mencionarle lo que ya sabía. Se ofreció a regalarme una por mi cumple, pero me negué, porque me parecía una barbaridad.

Hace menos de un mes, cuando esperaba en el coche a que viniera de comprar agua en WholeFoods (aprovecho para deciros que en el que hay en Londres, venden postres de Lujuria Vegana), apareció emocionadísimo diciendo que había un vendedor de Vitamix haciendo una demostración y que tenía que verla, que me iba a encantar y que compráramos una. No. De verdad que no ¬_¬ Nos fuimos sin que yo me bajara del coche para ver la demostración. Pero como una tiene el corazón tierno, dos días después tuvimos que volver a WholeFoods a comprar y allí estaba el buen hombre. Mr Falafel me dejó sola con él, mientras hacía diferentes recetas. Dándolo todo, el comercial intentaba engatusarme con la sopa de tortilla mexicana, el smoothie de espinacas o el sorbete de fresa...sin saber que yo ya estaba vendida
completamente y que la Vitamix iba a caer sí o sí. :-P

Al final, por menos de 400€ nos la llevamos a casa, junto con un libraco de recetas. La garantía es válida durante 7 años, y parece ser, por lo que he leído, que suelen durar mucho más.

La que compramos fue la 7500, que tiene el vaso más ancho pero la misma capacidad que las demás (según para qué, puede ser positivo o no):




¿Es imprescindible la Vitamix? Pues no, no lo es. He vivido casi 33 años sin ella, pero ahora es mi mano derecha en la cocina.
¿Ha mejorado mi alimentación desde que la compramos? Pues sí. Todos los días hago, al menos, dos smoothies diferentes; ayer piqué (no trituré) la zanahoria y la cebolla en un santiamén para hacer la sopa árabe; la sopa de tortilla, que es prácticamente cruda (excepto porque le echas agua hirviendo y bates los ingredientes con ella) es una de nuestras comidas habituales,...No sé si es mi subconsciente intentando sacarle rendimiento al gasto que hemos hecho pero, desde luego, nunca antes había tomado tanta fruta y verdura cruda.

En YouTube hay muchísimos vídeos de recetas (muchas de ellas veganas) con la Vitamix, por si queréis ver las posibilidades.

Ahora bien, un consejo os doy: si tenéis la posibilidad de comprarla en EEUU y luego usar un convertidor de potencia, la jugada os sale mejor de precio.

Aquí tenéis una a la venta en Amazon España.


martes, 29 de abril de 2014

Galletas veganas de chips de chocolate


El sábado teníamos cena en casa de unos amigos y prometí llevar cupcakes de mango. Como nos liamos desde por la mañana y casi empalmamos almuerzo con cena, no me dio tiempo a hacer las cupcakes y decidí llevar galletas junto con la tarta vegana de 3 chocolates vegana.

Empecé a sacar ingredientes y ¡horror! No tenía harina blanca :( ¿Solución? Sustituir 1 taza de harina blanca por 3/4 de taza de harina integral, que sí tenía.
Seguí buscando y...¡horror, otra vez! Se me habían acabado los chips de chocolate negro veganos -_- Menos mal que tenía una tableta de chocolate blanco vegano y arándanos deshidratados que fueron mi salvación.

El resultado fue aceptable (la foto es de las galletas con harina integral, arándanos y choco blanco; normalmente uso harina normal y 3 tipos de chips de chololate), aunque a mí me gusta más la versión original con harina blanca y chips de 3 chocolates.

Galletas veganas de chips de chocolate

Ingredientes:

- 1/2 taza de aceite de coco
- 1 taza de azúcar moreno (de la de verdad; podéis comprar panela molida en Carrefour y Eroski, en la zona de productos internacionales)
- 1/4 taza de leche de almendras
- 1 cucharada de esencia de vainilla
-2 tazas de harina blanca (o 1 y 1/2 de harina integral)
- 1 cdta de levadura en polvo (tipo Royal)
- 1 cdta de bicarbonato sódico
- 1/2 cdta de sal
- entre 1/2 taza y 3/4 de chips de chocolate, una combinación de varios, o chocolate blanco y arándanos (a gusto del consumidor, tanto en cantidad como en tipo).

Preparación:

1. Precalentar el horno a 180c/350F y cubrir una bandeja con papel de hornear.

2. Mezclar con unas varillas el aceite y el azúcar y agregar posteriormente la leche y la esencia.

3. En un bol aparte, mezclar el resto de ingredientes, excepto los chips/arándanos.

4. Incorporar la mezcla líquida a la seca sin mezclar en exceso y, por último, los chips.

5. Coger pegotes de masa y redondearlos, poniéndolos en la bandeja.

6. Meter en el horno unos 20'.

7. Dejarlas reposar en la bandeja unos 5 minutos y luego pasarlas a una rejilla. 

NOTAS:

- La masa suele quedar un poco rara: si usáis harina blanca, cuesta trabajo darle forma y queda como arenosa, pero no os asustéis. Si usáis integral, será más manejable.

- Uséis la harina que uséis, hay que vigilar pasados unos 15', por si acaso. Las de harina blanca no suelen ponerse marrones, pero se ve que están listas cuando empiezan a oler. Las de harina integral se quedan blandas al principio, ¡que no cunda el pánico! Se endurecen al enfriarse :)

Una de cocina india: el sur.

Antes de viajar a India, cuando me preguntaban si me gustaba la comida de allí, respondía que sí, sin más. No se me ocurría pensar que, como ocurre en cualquier país, los platos que se preparan varían según la zona (¿a que no es igual la cocina tradicional del País Vasco que la andaluza? ¿O la canaria que la extremeña?). En India pasa igual, con la añadidura de que la extensión del país aumenta la diversidad, y entendiendo también que, dentro del mismo estado, la comida que prepare un hindú no va a ser la misma que prepare un musulmán. Hay una gran diversidad  y pequeños detalles que pasan desapercibidos a los ojos de cualquiera que no sea de allí.

Como nota curiosa, os indico que la mayor parte de la comida que se sirve en los restaurantes indios occidentales tienen, en su mayoría, platos del norte de India. Los del sur no se parecen en nada (y a mí, personalmente, no me gustan): suelen llevar coco en sus diferentes formas y ser un poco más dulzones, porque el clima no solo afecta a los ingredientes que vayamos a encontrar, sino también al tipo de comida que se prepara. En cualquier caso, cada estado tiene sus variantes y especialidades, pudiendo los platos no tienen por qué parecerse en lo más mínimo -_-

¿Qué se suele considerar como cocina del sur? Generalmente, la de Karnataka, Kerala y Tamil Nadu, aunque la de Andhra Pradesh puede entrar también en esa categoría.

Aquí tenéis, a modo de ejemplo, algunos platos vegetarianos de la cocina del sur (más de Tamil Nadu que otra cosa):
Esos roscos gordotes de la izquierda se llaman "medu vada" o "urad vada"; el "crêpe" fino y crujiente es una "dosa" (hecha, al igual que el medu vada, con legumbres; se suele rellenar de patata con guistantes y especias, aunque también lo podéis encontrar con paneer) y los discos esponjosos (que odio con pasión por su ligero sabor ácido) son "idlis", una masa de arroz y legumbres fermentadas cocida al vapor en unas ollas especiales. A la izquierda hay un cuenco con "sambar", otro con chutney de coco y un tercero que parece de coco y cilantro, pero no tengo ni idea, la verdad.  



También es muy típica, como desayuno, la "upma", hecha con cebollas, verduras, especias y semolina.
O la "uttapam", parecida a la "dosa", pero blanda (tipo tortilla) y que se puede preparar como si fuera una pizza.


Si salís de España (a Londres o París, por ejemplo) y queréis ampliar vuestros conocimientos sobre cocina vegetariana india, y probar la del sur, os recomiendo Saravanaa Bhavan. Es una cadena de restaurantes "100% vegetarianos" (ojo, que el concepto indio de vegetariano o "pure vegetarian" include lácteos, así que los veganos tienen que preguntar antes de pedir) que ofrecen una carta amplia de platos indios, del sur en su mayoría, pero en la que también podéis encontrar comida del norte y de Gujarat.

Desde aquí podéis buscar los menús de los restaurantes que tienen en todo el mundo:

http://www.saravanabhavan.com/menu/

He intentado incrustar los pdfs con los menús de París y Wembley (los dos en los que he estado), pero me da error 404 -_- En fin...Os dejo los enlaces:

Saravanaa Bhavan Wembley

Saravanaa Bhavan París

Próximamente, más cosillas sobre la gastronomía vegetariana india. :)

viernes, 25 de abril de 2014

Falso crêpe de nutella vegana y plátano


Ayer tenía unas ganas locas de comerme un crêpe. -_- Aunque siga comiendo huevos de vez en cuando, nunca compro, por lo que los crêpes "de toda la vida" están descartados. Podía haberme puesto a hacer crêpes veganos, pero es que entonces me como todos, y no es plan.
Aprovechando que había hecho "nutella" vegana, se me ocurrió calentar una tortilla mexicana de trigo, untarle la nutella y ponerle plátano. Voilà! No era un crêpe, ¡pero estaba muy bueno!

La receta de la nutella la pongo a continuación. Como os podéis imaginar, el sabor no es exactamente el mismo ya que no tiene grasas hidrogenadas, pero es mucho más sana.

Ingredientes:

-  1 taza y 1/2 de avellanas (crudas, sin sal)

- 1/2 taza cacao en polvo, sin azúcar

- 1/2 taza azúcar

- 1/2 taza leche de almendras

- 1cdta extracto de vainilla

Preparación:

1. Si compráis las avellanas crudas, hay que tostarlas previamente durante 10' a 180ºC. En caso de que tengan piel, hay que frotarlas con un paño de cocina hasta quitarla (es un tostón, así que os recomiendo que os ahorréis la tortura y las compréis sin piel).

2. Picar las avellanas con la picadora y agregar el resto de ingredientes, hasta conseguir una pasta fina.

3. Conservar en el frigo durante, aproximadamente, una semana (si os dura, jeje). 


Mini pizzas casi crudiveganas






Muy de tarde en tarde, cuando voy al supermercado, me traigo algo que no he probado antes. Hace varias semanas les tocó el turno a las tortillas mexicanas de maíz. Pensaba hacer minitacos o minifajitas, pero cuando las calenté, como hago con las de trigo, se quedaban más o menos igual que al sacarlas del paquete: chiclosas y como la suela de un zapato.

Pensando, pensando, leí en algún sitio que se pueden tostas más y quedan más bien crujientes, así que me pareció una buena base para hacer minipizzas. Para hacerlas crudiveganas completamente, la gente hace la masa y la cuece en un deshidratador, pero no tengo espacio para tanto trasto en la cocina.

Las dos recetas básicas de las minipizzas son la salsa de tomate y el "queso". Luego ya podéis añadirle lo que os dé la gana por encima, o quitar el "queso" como hice en el caso de las de tomate y guacamole. Las nuestras quedaron muy sencillas pero muy ricas. Tengo que decir que la pobre tortilla de patatas vegana se quedó esperando una mejor reacción. Repetimos minipizzas pero no tortilla xD

Para la salsa de tomate:

Ingredientes: 

- Un paquete de tomates deshidratados (el que yo usé era de 85gr aprox.)
- 1 tomate mediano
- Aceite de oliva
- 2 dátiles sin hueso (dependiendo de la potencia de vuestra batidora/picadora, puede ser necesario remojarlos también).
- Orégano y/o albahaca secos
- Sal
- Agua

Preparación:

1. Dejar en agua caliente los tomates deshidratados durante unos 20 minutos.

2. Poner todos los ingredientes secos en la picadora/batidora, echar un chorrito de aceite y otro de agua y empezar a batir hasta formar una pasta sin tropezones. El agua y el aceite hay que ir añadiéndolos según los vayamos necesitando. Además, hay que rectificar la sal y las especias hasta conseguir un sabor que nos resulte agradable. Tened en cuenta que el resultado final va a ser una salsa con un sabor intenso a tomate, llegando a tener un cierto amargor (luego no se nota cuando le ponemos el queso o el guacamole).

Salsa de queso de anacardos:

Ingredientes:

- 1 taza de anacardos (crudos, sin sal) en remojo (una hora está bien; no hay que tirar el agua, ya que la utilizaremos después).

- 1 cda de levadura nutricional

- 1 cda de aceite de oliva

- 1 diente de ajo

- Zumo de 1 limón

- 1/2 cdta de sal

- Orégano al gusto

Preparación: 

1. Escurrir los anacardos, reservando el agua.

2. Poner todos los ingredientes en una picadora/batidora e ir agregando cucharaditas de agua hasta conseguir la consistencia deseada. Rectificar de orégano y sal.


martes, 4 de marzo de 2014

Bollitos de canela (Vg) 7 x 7

Este año se cumplen 10 de mi aterrizaje en tierras anglosajonas: primero me dejé caer por Escocia durante 4 meses y luego otros 4 en el norte de Inglaterra. Fue allí donde descubrí (para horror de mis pantalones y de la báscula) los Chelsea Buns (estos son los que más se le parecen): unos bollitos rellenos de canela y pasas y cubiertos por un glaseado para chuparse los dedos (algo que hacía literalmente). Las pasas no son lo mío, de verdad, pero la canela...¡Me puede! Y así me puse, fondona perdida, comiéndome varios bollitos a la semana (cuando estaban de oferta en el obrador, ni os cuento).

La vuelta a España me hizo recuperar mi peso - muerto el perro, se acabó la rabia- pero, cuál no ha sido mi sorpresa a lo largo de los años, que he ido encontrándome diferentes versiones del pastelito.

Hoy os traigo, sin pasas ni nada, una receta vegana del bollito de canela: 7 ingredientes (los hemos desglosado en 9, pero siguen siendo 7) en 7 pasos.

Los míos están aún en el horno y huelen de maravilla. ¡A ver si la textura es igual de buena!

 Antes de hornear. Obsérvese que hay unos cuantos bollitos "chungos". Esos son los extremos del rollo.

Despué de hornear y de haberle echado el glaseado (que parece invisible, snif)

Ingredientes:

1 taza de leche de almendras

3 cdas de margarina vegana

1 sobre de levadura de panadería

2 cdas de azúcar

1/4 cdta de sal

3 tazas de harina
--------------------
3 cdas de margarina vegana

1/4 taza de azúcar

1 cda de canela

Preparación:

1. Poner en un cazo la leche con la margarina hasta que esta se derrita, sin dejar que hierva. Apartar hasta que la leche esté templada.

2. Echar la preparación anterior en un bol y espolvorear el contenido del paquete de levadura, dejándolo reposar 10 minutos.

3. Agregar el azúcar (2 cdas) y la sal y remover.

4. Ir añadiendo la harina poco a poco, mezclando con una cuchara. Cuando ya no puedas mezclar con la cuchara, pasa la masa a una superficie enharinada y amasa hasta que la haya absorbido casi toda.

5. Engrasa con aceite un bol (vale el anterior, si lo limpias antes) y pon la masa a reposar cubierta con papel transparente (1 hora aproximadamente o hasta que doble su volumen).

6. En una superficie enharinada, darle forma a la masa (con un rodillo) hasta obtener un rectángulo más o menos perfecto sobre el que untaremos la margarina restante (la receta original dice 3 cucharadas, pero yo le puse 2), espolvoreando el azúcar y la canela después.

7. Enrollar y cortar en rodajitas con un cuchillo de sierra. Disponer en una bandeja engrasada o cubierta con papel de hornear y volver a cubrir con papel transparente mientras calentamos el horno a unos 175C/350F, donde se dejarán unos 25-30 minutos o hasta que estén dorados. 

Se pueden comer sin el glaseado, o hacer uno con leche de almendras y azúcar en polvo.

Fotos próximamente.

Actualización 1: La glasa me ha salido un churro y no se ve en la segunda foto. Aún no los he probado, pero en cuanto lo haga, comento.

Hoy traigo una pregunta...(y cambio de tema pasados dos párrafos, claro que sí).

...que me he hecho; más bien, un pensamiento.

La dieta vegana no tiene por qué ser más sana que la vegetariana, aunque sí sea más respetuosa.

Leo las listas de ingredientes de quesos o salchichas veganas y...¡uf! Creo que en el otro blog ya escribí algún post mencionando que lo ideal sería prescindir de los sustitutos de la carne y los lácteos (al menos de los anteriores, que tan procesados están) y centrarse más en las verduras, legumbres y cereales.

Hace poco descubrí un cuajo vegetal para hacer quesos en casa. Obviamente no se pueden hacer todos, ya que para algunos hace falta lipasa, una enzima de origen animal que se usa para realzar el sabor. He leído por ahí que van a sacar al mercado una versión vegetal, por lo que lo único que quedaría sería buscar leche orgánica o buscar a algún ganadero de la zona que cuide bien a las vacas.

En Amazon del Reino Unido venden cuajo vegetal (he buscado en el de España, pero no tienen):


También he encontrado una tienda donde comprarlo en España; es cuestión de hacer números y ver qué sale más económico :)

sábado, 1 de marzo de 2014

El toreo y los niños.

No tiene nada que ver con ninguna receta este post, sino más bien con el maltrato animal y con la educación que le damos a nuestros hijos.

Tengo una conocida en FB que acaba de publicar una foto de su hijo de 8 o 9 años asistiendo a un espectáculo taurino, y no tengo claro si eliminarla de mi lista de amigos o no. No creo que se diera cuenta si lo hiciera, pero el principal motivo de hacerlo sería que desapruebo totalmente que los niños asistan a un "espectáculo" de este tipo, donde se considera que el matar a un animal es arte.

De verdad, no entiendo qué se pretende con eso, ni qué gracia tiene, ni nada de nada. Así enseñamos a nuestros hijos que es normal ejercer la violencia en nombre de la tradición y para "disfrute" del personal que lo considera un arte. Así le damos el ejemplo de que esta actividad nos parece adecuada, porque accedemos a llevarlo.

Yo no voy a llevar a mis hijos a una plaza de toros, a un matadero, a un circo o a un zoo. Podría, para explicarles que el ser humano es cruel y que se aprovecha de todos los demás seres; podría, para enseñarle de primera mano qué es lo que no hay que hacer, pero no, no voy a hacerlo.

Aunque lo que digan las Naciones Unidas nos la repampinfle, que conste que para ellos, asistir o tomar parte en una corrida de toros vulnera los derechos del niño:

https://www.thedodo.com/united-nations-says-bullfighti-438540067.html

Dicho queda.

Falafel de garbanzos germinados y batata.

Apasionada de los falafel (el plural no me queda claro) que soy, no he encontrado la receta definitiva para hacerlos.

En mi búsqueda me he tropezado con una estupenda receta que aúna garbanzos germinados con batatas, dando como resultado un falafel bastante rico. La receta la encontré en este libro de donde, hasta ahora, me he topado con buenas y malas recetas (por Dios, ese paté de lentejas germinadas y judías, IN-FU-MA-BLE), pero que voy a seguir consultando, dada mi reciente pasión por los germinados.

Estos falafel tienen menos calorías ya que no van fritos, sino horneados. No tengo ni idea de qué pasaría si los pusiéramos con un poco de aceite en la sartén, o si los metiéramos en la freidora (creo que, en este caso, se romperían). Es cuestión de probar :)

En fin, a lo que vamos (lo sé, la foto no da mucho de sí; es que, de verdad que no tengo tiempo para ponerlo todo bonito :( )





Ingredientes:

- 450 gr de batata cocida*
- 1 taza y 1/2 de garbanzos germinados
- 2 cda de semillas de lino molidas
- 2 cdtas de ajo en polvo (en Mercadona lo venden)
- 2 cdtas de perejil (yo le eché seco, pero fresco también se puede usar)
- 1 cdta de comino molido
- 1 cdta de cilantro molido (podéis comprarlo en tiendas indias o moler las semillas vosotros)
- 1 cdta sal
- 1/2 cdta cúrcuma (en Mercadona lo venden)
- 1/2 cdta de pimienta negra
- 1/4 cdta de canela en polvo

Preparación:

1. Calentar el horno a 200ºC.

2. Triturar la batata y los garbanzos con un robot de cocina o batidora (cuidado, que hay algunos garbanzos traicioneros que no germinan y se quedan muy duros; yo opto por comprobar si hay alguno y lo quito de la mezcla. Tened cuidado también, porque si os pasáis triturando, las bolitas quedarán muy blandas).

3. Poner en un bol y agregar los demás ingredientes, mezclando bien.

4. Formar bolitas y poner en una bandeja sobre una hoja de papel de hornear y meter en el horno durante unos 20/30 minutos, hasta que estén doraditos.

* ¿No tenéis batatas? No pasa nada: sustituidlas por patatas y eliminad la canela.



Tofu masala

(Aprovecho para deciros que las recetas se pueden imprimir, enviar por e-mail o guardar en PDF gracias al icono que encontráis al final del post. Lamentablemente, si la queréis guardar como PDF, aparece publicidad. No tengo ni idea de cómo quitarla, porque el código HTML para crear esta función la tomé de un tutorial y aparece incrustada).
 
Partamos de que no soy una gran fan del tofu, no por la cantidad de detractores que tienen los productos hechos con soja, sino porque me resulta muy difícil dar con alguna receta que enmascare el sabor.

Hay muchas marcas diferentes (en Málaga, no sé si sigue abierto "El legado celestial" en C/Peregrino; allí venden tofu casero) y por accesibilidad siempre he comprado el de Soria Natural. El que aparece en la foto no es ese, es uno extrafirme hecho con soja germinada y orgánica que venden aquí.

A lo que íbamos, que el tofu no me gusta especialmente por su sabor. Esta receta lo enmascara relativamente, y si además lo metéis en un sandwich de pan integral con tomate y hummus (o guacamole, que también le va bien), ¡estupendo!

                                                                                              (Tofu marinando)
Ingredientes: 

1 paquete de tofu (unos 250gr)
3/4 taza de caldo vegetal
2 cdas de vinagre de arroz o manzana
2 cdas de tamari o salsa de soja
2 cdas de curry en polvo
3 dientes de ajo triturados
2 cdtas de jengibre en polvo

Preparación: 

1. Lavar el tofu con agua fría y envolver en un paño con algo de peso encima, para que vaya soltando el líquido (mínimo media hora).

2. Cortar en trozos el tofu, como más os guste (yo lo hago a láminas, pero si queréis acompañarlo de quinoa o arroz - por ejemplo- a lo mejor preferís cortarlo en trocitos pequeños). Podéis hacerle agujeros con un tenedor para que absorba algo de líquido.

3. Mezclar en una bandeja para horno u otro recipiente todos los ingredientes, excepto el tofu, que se añade al final.

4. Dejarlo marinar en la nevera, mínimo 1 hora. Si no está totalmente cubierto por el líquido, lo ideal es ir dándole la vuelta para que los dos lados tomen el sabor.

5. Si lo habéis cortado en trozos pequeños, escurrid el tofu. Si no, directamente con una paleta de madera se pueden ir poniendo en la sartén (sin aceite queda bien), en la plancha o bajo el grill del horno. Dependiendo de la fuerza del fuego, tarda alrededor de unos 5 minutos en hacerse.


print this page
jueves, 20 de febrero de 2014

Tutorial: suavizante casero.

Desde que nos mudamos a Estados Unidos no hemos utilizado suavizante. No sé por qué, a Mr Falafel se le ocurrió que no nos hacía falta. A veces es cierto, pero cuando lavas toallas y prendas de algodón, a mí, personalmente, se me quedan más bien tiesas (por no hablar de la alegría que da el olor a la ropa limpia).

A mí me daba un poco igual, porque intento limitar la compra y uso de productos químicos en la medida de lo posible, pero ha llegado un momento en el que, buscando información, me enteré de que hacer suavizante casero es una chorrada facilísima y he empezado a utilizarlo.

¿Y qué es lo que hace falta? Vinagre de vino blanco, nada más y nada menos (da un poco de vergüenza dedicarle un post a esto y llamarlo tutorial, ¿no?)

Se le puede añadir aceites esenciales, pero no es imprescindible, ya que una vez seca la ropa, el olor a vinagre o a aceite esencial se va.

¿Por qué hay gente que se los echa? Porque parece ser que algunos de ellos tienen propiedades antibacterianas, y como aquí la gente está obsesionada con las bacterias...

No sé hasta qué punto los aceites esenciales mantienen sus propiedades al mezclarlos con vinagre y usarlos como suavizante, pero si os gusta la idea, la lavanda o el aceite de árbol del té son buenas opciones (por lo de antibacterianos, digo; a mí, personalmente, me encanta la lavanda, je, je). Hay recomendaciones sobre el uso de aceites durante el embarazo (por ejemplo, aquí), pero entiendo que, al estar diluidos, en este caso no serían perjudiciales (ante la duda, consultad a un experto en aromaterapia).

Para los que queráis usar el aceite esencial, se pueden mezclar 2 litros de vinagre de vino blanco con unas 15/20 gotas de aceite esencial.

¿Qué cantidad se echa en el depósito del suavizante? Entre 70/140 ml (de un cuarto de taza a media taza). Yo iría probando -a mí me va bien con 1/4 de taza), porque no solo dependerá del detergente que utilicéis para lavar, sino también de los tejidos y de vuestra propia lavadora.

Por cierto, si hacéis cuentas, lo más probable es que os salga más barato usar vinagre que suavizante normal (también depende de la marca que compréis y de la cantidad que echéis normalmente).

Hasta pronto,

V.



Una vida más saludable: los productos que utilizamos.

Parece mentira cómo van cambiando las corrientes constantemente: si en la época de nuestras abuelas se soñaba con un detergente, un champú o un producto de limpieza industrial y una se tenía que aguantar con los productos caseros, hoy, que contamos con innumerables potingues para los usos más inverosímiles que nos podamos imaginar, intentamos volver a lo que ha funcionado durante generaciones.

Alergias, boicot a las empresas que experimentan con animales, ahorro, un estilo de vida más respetuoso con el planeta,...Da igual cuál sea el motivo que nos lleva a fabricar en casa nuestros propios productos; el resultado será un menor impacto en nuestro entorno (se reutiliza el envase) y un mayor cuidado de nuestra salud. Es cierto que los químicos siguen siendo químicos, pero no es igual comprar algo con una lista de ingredientes interminable que hacerlo en casa con unos pocos ingredientes.

No trato aquí de dar motivos ni datos comparativos entre productos, o explicar por qué es mejor algo casero que industrial: ya hay muchas páginas dedicadas al tema (al igual que, seguramente, ¡hay muchas páginas como la mía!), y no tengo ese afán. En la medida de lo posible, iré enlazando a otras webs que tengan información de interés.

Hasta pronto,

V.
domingo, 16 de febrero de 2014

Gracias (Para que luego no me vengan los de Creative Commons...)



Aprovecho para agradecer desde aquí a la autora de la foto que ilustra este blog y la página en FB: http://www.flickr.com/photos/calliope/

Y también a la del icono que he usado en el favicon que aparece en la web: http://shlyapnikova.deviantart.com/

Gracias :)

Error 2: Tener poca práctica congelando.

He comprobado que las cosas van mejor en esta semana que he tenido la comida organizada.

¿Lo negativo? Que no contaba con ciertas salidas a la hora de la cena que me han hecho quedarme con más de un plato colgado.

El pobre de Mr Falafel ha terminado por llevarse las sobras al trabajo por orden cronológico: primero las más antiguas, para que no se estropearan.

Es verdad que me hubiera venido bien tener nociones de cómo congelar con eficiencia pero, por otro lado, había determinados platos que no se podían congelar.

Poco a poco voy desenmarañando la casa, aunque todo sigue bastante lejos de estar presentable, por lo que no me animo a poner ninguna foto (tampoco es que esté haciendo muchas) de lo que cocino. Prácticamente, no tengo tiempo para esmerarme con las presentaciones, así que, como tantas cosas, lo pospondré.

Sigo organizando, pero vuelvo a la de "ya".
lunes, 3 de febrero de 2014

Error número 1: No tener previsto un menú.

Siempre que no tengo pensado lo que voy a cocinar, acaba ocurriendo lo esperable: abro el frigorífico o el congelador y acabo comiendo cualquier porquería.

Ya he intentado varias veces organizar un menú semanal o mensual, pero nunca he sido capaz de llegar más allá del lunes.

Mi excusa ahora es que, por estos lares, la comida - pese a la poca calidad que pueda tener en muchas ocasiones- suele ser bastante cara, y al final acabo tirando alimentos que podrían haberse aprovechado con un poco de organización.  

Así que una mejor alimentación y un ahorro en la cesta de la compra pasan por la organización de un menú semanal, quincenal o mensual.

Por supuesto, no vamos a cerrarnos en banda y a negarnos a hacer cambios sobre la marcha: muchas veces encontramos alguna oferta interesante (aquí, por ejemplo, de productos ecológicos) y, si queremos ahorrar un poquito más, podemos buscarle una alternativa a la comida planeada o hacer una sustitución de ingredientes.

Al final he tenido al feliz idea de repartir más o menos mi menú de la siguiente forma:

- Desayuno: leche vegetal + mezcla casera de cereales y frutos secos / smoothie con fruta de temporada y leche vegetal + pan con mantequilla y mermelada casera o tomate, queso fresco y aceite.

- Almuerzo: verduras/legumbres + arroz/quinoa/cebada/bulgur, etc.

- Cena: sopa/crema + ensalada.

El resto de los huecos, sobre todo para la peque, que es la que come varias veces, prefiero completarlos con fruta fresca y/o frutos secos.

Igual me decís que la ensalada por la noche blablabla, pero lo he planteado así porque me parece más ligero (y tampoco nos acostamos inmediatamente después de cenar). Además, Mr Falafel (mi esposo) no come en casa, y prefiero que coma algo más contundente en el almuerzo (bueno, y también es más sencillo que llevarse la sopa en un termo,al menos a la hora de fregar platos).

Cuando tenga algo más claro, subiré mi menú e iré poniendo las recetas, por si a alguien le sirve de ayuda o referencia.


Arrancando motores.

La vida te da sorpresas (que diría la canción), y la que me ha dado a mí ha sido sacarme de mi trabajo y darme una patada (con amor) hasta el otro lado del Atlántico (y más lejos que me pillaba a mí, que nací en el Mediterráneo, como Serrat).

Así que os saludo desde mi nuevo hogar y país de acogida, del que tanto tengo que aprender y con tantas ideas preconcebidas que me lo pondrán un poquito más difícil.

Los cambios ocurridos en los dos últimos años y este "empezar de cero" me han animado a entrar en un proceso de cambio de dieta que espero que se afiance y se convierta en una buena costumbre en lugar de un esfuerzo.

Hace varios años, en un encuentro de la UVE en Málaga, recuerdo que hubo alguien que comentó que el no era herbívoro, sino "desastrívoro", porque su alimentación, si bien vegetariana, era un desastre. A mí me ha pasado igual, y no es ninguna tontería decir que una alimentación veg*ana puede ser más desequilibrada que una omnívora (¿o acaso no son veganos el helado de soja, las oreo y las patatas fritas?). El problema ahora no es que yo soy la única responsable de mi alimentación de mier**: es que estoy criando a una personita que depende de mí y de que le ofrezca una alimentación sana y equilibrada para crecer.

Así que aquí es donde estamos, intentando organizar un desorden que va más allá de lo que ven los ojos.

¡Arrancando motores y preparándonos para el despegue!