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miércoles, 30 de abril de 2014

Mi batidora, esa gran amiga.

Voy a contaros una historia...

Desde que comencé a aumentar mi repertorio de recetas, he navegado por numerosos blogs americanos y británicos. Fue en algunos de los primeros donde empecé a oir el nombre de una batidora: la Vitamix. Investigué un poco y, cual fue mi horror al comprobar que era, no cara, sino carísima: la más barata rondaba los 400€. ¿Por qué no se compra la gente otra cosa más barata? Ni idea. Leí opiniones y comentarios acerca de otras marcas que ofrecían productos muy parecidos, y la mayoría de la gente seguía optando por la Vitamix. Busqué los precios para ver a cuánto estaban de segunda mano y, ¡seguían carísimas! O_O

Cuando nos mudamos a EEUU, me costó lo mío encontrar una batidora de mano que tuviera accesorios (picadora y varillas nada más) y con una potencia considerable. Mientras buscaba, volví a mirar información sobre la Vitamix. Nada, que me seguía pareciendo cara. Compré mi batidora de mano "de toda la vida" y seguí a lo mío.

Sin embargo, hace unos meses fue el cumpleaños de una de las chicas del grupo vegeta de aquí, y el marido, que le organizó una fiesta sorpresa, pidió que cada uno aportara dinero para comprarle...¡una Vitamix! Yo estaba en España en aquel momento, pero Mr Falafel me lo contó y aproveché para mencionarle lo que ya sabía. Se ofreció a regalarme una por mi cumple, pero me negué, porque me parecía una barbaridad.

Hace menos de un mes, cuando esperaba en el coche a que viniera de comprar agua en WholeFoods (aprovecho para deciros que en el que hay en Londres, venden postres de Lujuria Vegana), apareció emocionadísimo diciendo que había un vendedor de Vitamix haciendo una demostración y que tenía que verla, que me iba a encantar y que compráramos una. No. De verdad que no ¬_¬ Nos fuimos sin que yo me bajara del coche para ver la demostración. Pero como una tiene el corazón tierno, dos días después tuvimos que volver a WholeFoods a comprar y allí estaba el buen hombre. Mr Falafel me dejó sola con él, mientras hacía diferentes recetas. Dándolo todo, el comercial intentaba engatusarme con la sopa de tortilla mexicana, el smoothie de espinacas o el sorbete de fresa...sin saber que yo ya estaba vendida
completamente y que la Vitamix iba a caer sí o sí. :-P

Al final, por menos de 400€ nos la llevamos a casa, junto con un libraco de recetas. La garantía es válida durante 7 años, y parece ser, por lo que he leído, que suelen durar mucho más.

La que compramos fue la 7500, que tiene el vaso más ancho pero la misma capacidad que las demás (según para qué, puede ser positivo o no):




¿Es imprescindible la Vitamix? Pues no, no lo es. He vivido casi 33 años sin ella, pero ahora es mi mano derecha en la cocina.
¿Ha mejorado mi alimentación desde que la compramos? Pues sí. Todos los días hago, al menos, dos smoothies diferentes; ayer piqué (no trituré) la zanahoria y la cebolla en un santiamén para hacer la sopa árabe; la sopa de tortilla, que es prácticamente cruda (excepto porque le echas agua hirviendo y bates los ingredientes con ella) es una de nuestras comidas habituales,...No sé si es mi subconsciente intentando sacarle rendimiento al gasto que hemos hecho pero, desde luego, nunca antes había tomado tanta fruta y verdura cruda.

En YouTube hay muchísimos vídeos de recetas (muchas de ellas veganas) con la Vitamix, por si queréis ver las posibilidades.

Ahora bien, un consejo os doy: si tenéis la posibilidad de comprarla en EEUU y luego usar un convertidor de potencia, la jugada os sale mejor de precio.

Aquí tenéis una a la venta en Amazon España.


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